Marcelino Javier, es un pez humanizado con un 38% de ADN humano. Tiene 10 años y es de Almería.
Marcelino Javier, es muy pillo, travieso y movido, con una personalidad arrolladora, pero a la vez es educado y muy buen estudiante, de hecho, una vez ganó el primer premio del concurso de ciencias de su cole, y como recompensa, lo llevaron de visita al mayor centro de investigación de su ciudad. Una vez allí, los científicos lo vieron tan emocionado, que le dieron carta blanca, para visitar las instalaciones siempre que quisiera, allí se rodea de probetas, tubos de ensayo y placas Petri y hace mezclas imposibles con raros productos naturales, que alguna vez, han hecho activar el protocolo de emergencia y evacuación, pero a pesar de ello, los científicos están encantados de tenerlo correteando por allí.
A Marcelino, le encanta jugar a futbol, los parques de atracciones y los dibujos animados, pero lo que realmente le chifla, es gastar bromas a sus amigos, familia y sobre todo a los científicos del centro. A uno de los químicos, le aterran los bichos, y lo tiene frito poniéndole cucarachas y arañas de goma, escondidas por todo el centro, para que se las encuentre de sopetón, haciéndole tirar por los aires, todo lo que lleve en las manos.
Tiene una pandilla de amigos y los fines de semana, siempre quedan en la playa, tanto en invierno como en verano, donde se divierten con juegos imaginarios, en los que luchan contra monstruos o extraterrestres, que quieren dominar la tierra.
Los días de Marcelino son larguísimos, llenos de actividades y aventuras, con lo cual, cuando llega a casa, solo tiene fuerzas para darse una ducha a regañadientes, cenar e irse a la cama, donde antes de dormir, fantasea, con ser un gran científico, que investiga los misterios del mundo marino y sus entresijos…